En México, las indemnizaciones laborales reúnen las siguientes particularidades:
· Son exclusivas de una relación de trabajo.
· Para el patrón son obligatorias.
· Tienen su origen en diversas disposiciones legales.
· Están presentes en el contrato de trabajo.
· El derecho del colaborador a percibir una indemnización está sujeto a la prestación de un trabajo personal subordinado por parte de este a un empleador durante determinado tiempo.
· La relación de trabajo debe quedar disuelta una vez se efectivice la indemnización.
· El jefe será liberado de cualquier obligación si la rescisión del contrato es consecuencia de una falta grave en que haya incurrido el trabajador.
¿Qué es la indemnización constitucional?
En el artículo 123 de la Constitución mexicana se establecen las distintas disposiciones vinculadas al trabajo y la previsión social. De esta manera, el precepto principal de este artículo es: “Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley”.
A partir de este punto se derivan todos los derechos y obligaciones de las personas que forman parte del mundo laboral en México.
De este modo, en el Apartado A, Fracción XXII se establece en detalle qué es la indemnización constitucional. En este sentido, la máxima norma jurídica de México establece que el jefe que despida a un trabajador sin causa justificada estará obligado, a elección del trabajador, a cumplir el contrato o al pago de una indemnización laboral. La misma estará constituida con el importe de tres meses de salario. Eso, precisamente, es la indemnización constitucional.
Por otro lado, en este punto también se indica que la Ley determinará los casos en que la empresa quede eximida de la obligación de cumplir el contrato laboral mediante el pago de una indemnización.
La indemnización constitucional se aplica además cuando el trabajador presente su renuncia por falta de probidad del jefe o por recibir malos tratos de su parte.
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